Los paseos en bicicleta al lado del río
las tardes de juego a una cuadra de la casa
los amigos que tocaban la puerta
y pedían permiso para que me dejaran salir.
Mi dificultad para aprender a patinar
la bicicleta vieja con la que una vez me caí
la inocencia de todo y de todos
el sólo querer jugar y ser libre.
No había teléfonos celulares
ni computadoras
mamá podía perderme de vista por horas
y a nadie le pasaba nada malo en la calle.
Las clases de gimnasia, ballet, piano
los amigos en la escuela a los que adoraba
los días del niño sin uniforme
me hacen querer volver a esos días.
El sentir que éramos los más importantes
que la escuela era nuestra
sólo para divertirnos y celebrarnos
y por la tarde volver a celebrar con mamá.
Los recuerdos queridos de mi infancia
fui, afortunada, no hubo problemas graves
no hubo explotación, abuso
sólo una vida normal y tranquila.
Los programas en la TV para niños
terminaban a las nueve
y queriendo o no,
teníamos que ir a dormir.
Veíamos televisión
una o dos horas al día
después de la tarea
y antes de dormir.
Los juegos eran más mecánicos
y menos tecnológicos
era divertido correr, saltar,
imitar, idear, reír, crear, imaginar sin fin.
Teníamos tantas ganas
de aprender cómo funciona todo
el cielo, las estrellas, el mundo
nuestra persona, los microbios.
Nuestras mentes infantiles después crecieron,
vino el amor, la vida cambió
tomamos decisiones
y nos equivocamos a veces.
Y en nuestro recuerdo quedó
el vestigio de una infancia feliz
que compartimos con nuestros pequeños
tratando de que como nosotros sean felices también.
Marcia
27 de abril 2025
Bueeeeenas tardes mis querides lectores, les saludo desde mi rincón favorito para escribir en este dominguito fresco y tranquilo después de hacer algunos deberes en la casa, la jardinería es una de mis actividades favoritas y agradezco por haber tenido tiempo para dedicar a las plantas el día de hoy y al mismo tiempo compartir bellos momentos con mi hijo Daniel, es hermoso ver cómo las plantas responden a nuestros cuidados y se vuelven criaturas hermosas que nos dan frescura, sensación de bienestar y además limpian el ambiente, nos dan comida o simplemente disfrutamos el ver lo bellas que son.
Pero vayamos al tema que nos ocupa hoy, la niñez y el próximo día del niño que llegará pronto y el papel tan importante que jugamos los adultos en su felicidad y seguridad.
El día del niño no sólo se crea para hacerles fiestas espectaculares, dejarlos ir sin uniforme a la escuela, hacerles regalos y llenarlos de dulces, es algo más profundo que eso y es importante que todos los días del año seamos consientes de lo que nuestros niños merecen y lo que es mejor para ellos.
En 1959 se decide por los 78 países miembros de la ONU celebrar el día del niño y se hace la declaración de los derechos de los niños y de la responsabilidad de los adultos hacia ellos, recordemos entonces cuáles son esos derechos:
Derecho a la igualdad, sin distinción de raza, religión o nacionalidad.
El derecho a tener una protección especial para su desarrollo físico mental y social.
Derecho a un nombre y a una nacionalidad desde su nacimiento.
Derecho a alimentación, vivienda y atención médica adecuados.
Derecho a una educación y tratamiento especial en caso de que sufran alguna discapacidad, ya sea mental o física
Derecho a la comprensión y al amor de sus padres y de la sociedad.
Derecho a actividades recreativas y a una educación gratuita.
Derecho a estar entre los primeros en recibir ayuda en cualquier circunstancia.
Derecho a la protección contra cualquier forma de abandono, crueldad o explotación.
Derecho a ser criado con un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos y hermandad universal.
¿En qué momento estamos respetando y considerando importantes los derechos de nuestros niños y en qué momento los estamos olvidando?
Es inherente en el ser humano el pelear por todo y el último derecho del niño es uno que en algunos países ha fallado tremendamente, pues hay niños que no tienen, hogar, país, familiares o un lugar seguro siquiera gracias a la guerra.
¿En qué momento una guerra es más importante que nuestra descendencia qué podemos hacer del otro lado del mundo para ayudar?
¿Cómo podemos proteger a los niños?
Una parte importante es promoviendo sus derechos, todos debemos estar consientes de cuántos y cuáles son, también los niños, por eso es importante que les hablemos sobre sus derechos.
Tratarlos con respeto es otra forma de protegerlos y respetar sus derechos, nuestros niños no son realmente nuestros, son personas con su propia libertad y nos toca protegerlos mientras crecen, hablemos con ellos de respeto y ejerzamos el respeto en nuestra convivencia diaria con ellos, no sólo con nuestros hijos, sino con cualquier niño.
Llamarlos por su nombre apoya su identidad.
Saludarlos y despedirse de ellos es considerarlos, no los ignoremos.
Hay que incluirlos en las conversaciones, escucharlos, darles espacio y esto reforzará su seguridad, al mismo tiempo que aprenden buenas costumbres al conversar con otros.
Preguntarles su opinión refuerza su autoestima.
Respetar sus preferencias, no les impongamos nuestros gustos, desde pequeños hay que incentivarlos a decidir.
Incluirlos en los quehaceres los hará sentirse parte de la familia y serán consientes de que la limpieza también depende de ellos.
Si notamos que no se están respetando los derechos de la infancia hay que denunciarlo, educar a quien deba saber y actuar, que se respeten sus derechos es responsabilidad de todos los adultos.
Nunca dejemos de aprender, hay que aprender a criar con ternura, siempre hay estudios nuevos y nuevos descubrimientos que nos pueden orientar, como juegos de mesa para tener una mejor comunicación con ellos o para enseñarles a manejar sus emociones, por ejemplo.
Ahora que ya recordamos la importancia del día del niño, los derechos de nuestros niños y las acciones que debemos de tomar para respetar sus derechos, podemos iniciar un nuevo día pleno de conciencia sobre la importancia de nosotros en su vida y como guías en su camino hacia su propia felicidad.
Eso es todo mis querides lectores, espero que en la semana podamos identificar en qué momento no se están respetando los derechos de nuestros niños y que tengamos la firme intención de hacer algo al respecto.
Les agradezco infinito su visita a esta su casa el día de hoy y les espero la semana que viene con otra historia que nos haga pensar y sentir.
Sean felices como unas infantiles lombrices y celebren a sus niños con todo su amor.
Con amor
Marcia
27 de abril de 2025
Estaba la cabeza orgullosa, como siempre
mirando desde lo alto al horizonte
cuando de pronto en su entorno
mira a los pies descalzos y sucios.
Y les dice: ¿por qué siempre tienen
que estar tan denigrados y en la suciedad?
aprendan a mi, yo siempre tengo grandes ideas
y mis pensamientos suben hasta las nubes.
Los pies, que no se daban cuenta de su suciedad,
miraron hacia arriba y viendo a la altiva cabeza contestaron:
nuestro deber está en el suelo
como el tuyo en el cielo y no le vemos nada de malo.
No por el hecho de que nuestro trabajo
se desarrolle en un entorno humilde y sucio
tienes derecho a despreciarnos
es más, somos igual de importantes que tú
La cabeza riendo gritó: ¿igual que yo? Ja ja, ¡jamás!
yo paso el tiempo creando grandes ideas
resolviendo problemas complejos
hago mejor la vida de todos.
¿Y ustedes? Simplemente se pasean de un lado a otro
llenos de microbios todo el tiempo
y al final del día se quejan con dolor
de su supuesta ardua labor.
Sin mi ninguno de ustedes podría reaccionar,
pues yo albergo al cerebro,
que es el órgano más importante del cuerpo
ustedes no son más que simples peones sin importancia.
Los pies, desconsolados, se quedaron sin decir nada
estaban muy tristes y heridos
por lo que la cruel cabeza les decía
y decidieron ponerse en huelga.
Al otro día, la cabeza tenía un sinfín de planes
me prepararé para hacer ejercicio, dijo
pero por más que ordenaba, la cama no podía dejar
confundida, mandó la orden una y otra vez.
Pasaron las horas y la confusión
se convirtió en molestia y la molestia
en sincera preocupación
los pies silenciosos no se movían para nada.
La cabeza, gritó, exigió y al final lloró,
y fue entonces cuando los pies
de ella se compadecieron
y decidieron expresar su molestia.
No nos gusta que nos maltrates,
nuestro trabajo es humilde pero importante
te llevamos a todos lados y te ayudamos
a que tus ideas se hagan realidad.
Nunca nos quejamos de cargar todo el día
el peso de todo el cuerpo de un lado a otro
ni de que a veces nos haces caminar de más
no te preocupa si estamos cómodos o no.
Nos haces caminar con un calzado que nos molesta
durante todo el día,
según tú para estar a la moda
cuando lo que queremos es hacer cómodos nuestra labor.
Queremos una disculpa y no nos vamos a mover
hasta tenerla, no se hable más,
la cabeza confundida no sabía qué hacer
sabía que los pies tenían razón.
Así que con tristeza dijo, siento mucho haberlos maltratado
y las ideas denigrantes que tenía sobre ustedes
ahora entiendo que son importantes
tanto que, no puedo hacer nada sin su ayuda.
Por favor, acepten mis sinceras disculpas
y les prometo que encontraré
los zapatos más cómodos
para facilitarles su ardua labor.
La cabeza aprendió una gran lección
y los pies ganaron al exigir sus derechos
ahora todos estaban contentos
disfrutando su labor en el organismo.
Marcia
20 de abril 2025
Bueeeeeeenas tardes mis querides lectores, les saludo desde mi rincón favorito para escribir recién remodelado (no me canso de decirlo je je) en este dominguito fresco y tranquilo de segunda quincena de abril.
He de decirles que el tema de hoy es algo confuso, pues la cabeza siempre nos dicta qué hacer todo el tiempo y a veces sucede que se equivoca en ciertas cosas y tiene que aprender de sus propios errores, de repente sucede que, al igual que la atolondrada cabecita nos creemos en la cima del mundo y como que nada nos puede tocar, taaan importantes, tan seguros e indispensables que no vemos que a nuestro alrededor hay muchas condiciones que se mezclan para crear el ambiente perfecto para nuestro supuesto éxito y que tal vez si alguna de esas condiciones no existiera nuestro momento de gloria sería algo muy diferente.
En fin, que dentro y fuera del cuerpo humano hay trabajos que se ven más humildes que otros y eso no quiere decir que sean menos importantes, a veces la comodidad de unos depende del trabajo feo de otros; en este momento viene a mi mente el señor que me presta el servicio de la plomería, por ejemplo, o el que se lleva la basura, el trabajo de plomero no es muy glamoroso que digamos ah pero cómo nos molesta tener una llave goteando o la taza del baño descompuesta, o llenarnos de basura en la casa porque el camión recolector no ha pasado, ahí es cuando extrañamos a estas bellas personas y reconocemos su importante labor en nuestras vidas.
Es un hecho que todos nacimos para algo, no todos podemos ser gobernantes ni trabajar en cosas importantes ni tampoco todos podemos barrer la calle y ya con eso echar a andar un país, todos necesitamos de todos, sin importar lo simple o humilde que pueda resultar la labor de alguien no la hace menos importante.
A veces nuestro propio pensamiento, nuestro ego y nuestro orgullo se convierten en nuestros peores enemigos y no nos ayudan a ver la importancia de los demás en nuestra vida, así como no vemos la importancia de nuestros pies, por ejemplo, nos llevan de un lado a otro y hacen realidad todo lo que les ordenemos sin quejarse, pero, ¿qué tal cuando de veras se quejan? Imaginemos aquella piedrita en el zapato que nos molesta, nos obliga a detenernos hasta que la logramos sacar, así son los pies cuando algo les molesta, insisten e insisten hasta que logran un cambio.
Tal vez algunas personas deberíamos aprender de nuestros pies, a trabajar sí, pero a quejarnos más, a luchar más por cambiar un ambiente que consideramos no cómodo para nuestra labor, a exigir nuestros derechos de manera consistente y permanente.
¿Cuántas veces hemos aguantado de más por infinidad de razones y cuando nos quejamos nos damos cuenta de que no era tan difícil expresar nuestras opiniones?
¿Cuántos pensamientos dejé de expresar con tal de “encajar”?
¿Cuántas veces me sentí superior y critique el trabajo o la vida de los demás por considerarlos inferiores o menos importantes?
El momento de tener los ojos bien abiertos es ahora, pues en cualquier momento podemos resbalar y equivocarnos, podemos tener una idea equivocada, una acción equivocada y discriminar sin querer o queriendo.
En fin, que el cuento de los pies y la cabeza nos hace reflexionar acerca de esa diversidad que hace a todos los escenarios ricos, ricos en experiencias, en aprendizaje y en entendimiento, el conocer la historia de otros, sin importar su procedencia nos ayuda a apreciar y entender nuestra propia historia.
Eso es todo por hoy mis querides, les agradezco infinito su visita de hoy a esta su casa y deseo para ustedes que en esta semana puedan apreciar lo maravilloso en la labor de todas las creaturas a nuestro alrededor, por pequeñas humildes que se vean.
Les espero la semana que viene con otra historia interesante y sean muy muy felices como unas humildes pero importantes lombrices.
Con amor
Marcia
20 de abril 2025